azul noche
jugamos a quién tenía el fuego sagrado del amor y ella me mostraba su culo en calzas negras alguien me empujó y caí desparramado en el piso lleno de cenizas mi lengua era una serpentina y ella dijo tenés el pelo en la boca me lo quité y la besé con los ojos abiertos y fue una buena combinación de rostros empatados por los labios.