los dardos
de punta invisible envenenada
logran el blanco
pero caen caen caen
usados
y cada vez -1
infectando
en carne abierta
se espera que yo encare
como beethoven a la quinta
y siga guiado por el aroma
de lluvia en infancia
y entro en azoteas cubiertas
secándome las manos
por andar jodiendo
con secos huesos.
de punta invisible envenenada
logran el blanco
pero caen caen caen
usados
y cada vez -1
infectando
en carne abierta
se espera que yo encare
como beethoven a la quinta
y siga guiado por el aroma
de lluvia en infancia
y entro en azoteas cubiertas
secándome las manos
por andar jodiendo
con secos huesos.