20251110

La Escalera de los Dioses (Borrador #1)

 LA ESCALERA DE LOS DIOSES 

Dadivan Narrativa Selecta 2002 - 2025







1

Ahora bien, mi etapa de Tom Sawyer con mis amigos: el Pepe, el Martín, el Franco y su terrible hermano Nicolás, más algunos ocasionales integrantes de la banda como el Renzo, el Adro, el Alfredito, el Perro y el Mariano y otros más. Nos desubicábamos bastante por aquellos tiempos. Éramos hijos malparidos sueltos en un infierno de pecados capitales supervisados por las escuelas católicas a las que asistíamos. Éramos salvajes hijos de dos putas que una vez, por contar una, destruimos una casa a piedrazos mientras sus ocupantes dormían. Martín tuvo que declarar en un juzgado de menores. Teníamos trece o catorce años y éramos terribles. Otra vez, durante las vacaciones de verano, entramos a una casa y robamos los focos del patio trasero. Alguien nos vió y avisó a la policía. Estábamos tan aterrorizados como la primera vez que uno escucha un disco de Pink Floyd. Saltamos del techo y salimos corriendo. Hicimos varias cosas como esas, destrozos, robar, mear en los jardines y las puertas de las casas de gente bien. Pero nunca cometimos ningún crimen serio. Quiero decir, nunca matamos a nadie. Excepto por algunos sapos y un gato. De eso me acuerdo y me eriza la piel. Lo del gato digo. Pobre animal ése. Yo lo ví morir ahogado por las manos del Nicolás; vi cuando dejaba de patalear y corrí la vista. Era demasiado para mí. Y bueno, sí, éramos un poco salvajes. Y eso que no cuento cosas más terribles, como cuando el Samuel, un vecino más grande que nosotros, terminó preso por robar un banco, pero no teníamos malicia verdadera adentro nuestro; sólo lo hacíamos para divertirnos y saborear un poco de la vieja adrenalina. Éramos sólo unos niños de clase media consentidos y apañados por nuestros padres, que eran todos abogados, médicos, empresarios, etc. Jugábamos al The Castle en la MSX.



Pero ahí también llegaba el amor. Ah, el amor...



Hacíamos pequeños bailes con un viejo grabador donde poníamos cassettes de Springsteen, Madonna, Michael Jackson, Phil Collins y otros artistas de aquellos años. Fue en esos bailes cuando me ofrecieron mi primer beso y mi primer contacto con una vagina caliente. Sí. Era todo muy excitante por aquellos tiempos. Le toqué los pechos y la concha a una amiga del barrio, se llamaba… Bueno, no voy a revelar su nombre por respeto a esa hermosa criatura. Pongamos que se llamaba Choca, pero fue lo más, fue lo más…, y fue también, creo, la despedida de la niñez y los muñecos de He-Man hacia la bienvenida de la adolescencia y las pajas y las chicas y los besos y…; era simplemente magnífica esa transición. Me gustó y lo disfruté y tuve mi primera experiencia sexual de ese modo con una empleada chilena que mi papá había contratado para que nos cuidara a mí y a mi hermano Federico. Y no estuvo nada mal, mis hermanos queridos. nada mal.





2



¿Cómo este puto espejo devuelve como una navaja eh? 



Estoy cerca de una catástrofe o algo que me congela, congela y adormece mi carne. Me miro en él, hermanos queridos, me observo a mí mismo reflejado en el mismo abismo de toda la vida y no me gusta nada lo que veo. no puedo leer ni escribir y soy un ciudadano ambulante y penoso casi analfabeto y lleno de angustia y desesperación contenida. No puedo hacer nada. soy un agente municipal número 10703. Es inútil combatirlo. Hay que dejarlo fluir. Un bajón así hay que dejarlo y soportarlo mientras se puede; y hay que hacerlo en soledad. Hay ciertas cosas que hay que hacer en soledad. Yo ando mucho en soledad últimamente; meneando la cabeza como un viejo compositor del siglo XVIII. Ando por ahí con la esperanza sorda de confundir la escalera de los dioses y caer en el océano de lava. Y la rabia. la rabia que siento es la rabia de perro, mis amigos…; pero ¿cómo? ¿cómo es posible que la única puta mujer que me interesaba me abandonó, me dejó ahí detrás de la reja y me quitó su mirada, y no lo comprendo? Los solitarios como yo no nos tenemos que meter con estas putas exquisitas así. Uno se enamora y se pierde; tal vez debería haberlo sabido antes. Y el color del pelo sí es importante en este caso, hermanos míos, por el impacto que me produjo el día en que la vi por primera vez; después pienso que… en ella todo era distinto y difícil y hechizante y hermoso. Lo que tiene entre las piernas es carnívoro y mortal y es una boca asesina. Y ella bien que lo sabe. ¿Sólo hizo falta una sola mujer para derrumbarme de esta manera? Alguien puede decir siempre que es un poco exagerado y que inesperadamente la tendencia natural de este acto ―el de la pena por uno mismo― es achicar la pantalla y agrandar la fuente para ver en detalle ciertos fragmentos. pero todo eso es palabrería, hermanos míos. Escuchen lo que dice un hombre de la calle, un hombre cualquiera, un general del ejército, un genio de la tecnología, un mendigo, un limpiavidrios, un empresario exitoso, un rey de la televisión, un médico. En fin… “incluso hasta el presidente debe desnudarse alguna vez”. No recuerdo ahora quién dijo eso, pero el significado es claro. Todos los hombres sabemos de lo mismo cuando una mujer te toma el corazón de alfiletero y luego de llenarlo de pinchazos decide que es mejor estrujarlo, apretarlo fuerte contra la palma fría de su mano. Cuando a una mujer le rompen el corazón enloquece y muere. Pero los hombres quedan vivos, se dirigen al bar para tener que padecer el sufrimiento hasta la última gota, y arden bajo el nombre de esa mujer, fundidos en el amor que ya no pueden rechazar de sus seres, arden en un fuego helado mientras buscan valientes a otra que les quite ese dolor. Y Julieta, de quien escucharán muchísimo aquí amigos míos, fue esa mujer para mí. así, salida con nombre y todo de la famosa leyenda urbana que inmortalizó el viejo william. Una actriz para colmo. ¿Cómo puta se me ocurrió meterme con una actriz?; no estoy jodiendo. Esta mina, esta mina sinceramente… por María Santa. es mejor que Meryl Streep. Y con esa apariencia de buena e inocente chica italiana, cultivando perfil moderno y conquistando desde su inocencia calculada, fraudulenta, una abeja obrera temida por las aristocráticas reinas y buscada por todos los indignos hijosdeputa persiguiendo su sombra como mamíferos idiotas. Ah, yo sé que parece que me dejaron y estoy lleno de rencor y desilusión y bajón anímico y el vacío y el horror, el horror y blablablá… Pero no. No es la desdicha de haberla perdido ni los momentos miserables que me acarician ahora lo que me roe la mente. La voluntad de mis deseos fue más bien el haberme perdido yo en ella y haber sido engañado. Que a cualquiera le puede pasar. pero Julieta… ¡Madre Santa! Fue la silenciosa testigo de que había amor en mí, y mucho más de lo que yo estaba dispuesto a aceptar, y tuvimos ese amor compartido durante cuatro años y medio, y esto es lo más importante ahora. Significa mucho para mí en este momento, hermanos míos. Es impresionante.





3



Como alguna vez soñé con carros de fuego, la peste y los caballeros medievales, los nazis y la bomba atómica, los dragones del imperio, la metamorfosis de toda alma, la música de los intestinos, los resortes descompuestos del universo, los lugares malditos y los momentos inoportunos de las horas que causan la vejez, ahora que puedo mirar ese espejo, ese mismo abismo, y admirar la belleza de lo opuesto, el reflejo de lo infinito, con pocas palabras me entretendría suficiente durante toda la noche, la eternidad, el miedo, el amor y el misterio; se me ocurrió que yo tendría que ser un ángel, podría ser un «Ángel Pablo». Me daría una forma eso, no del todo divina, no del todo humana, ni mala ni buena, si no otra cosa diferente, sólo una forma; como cada forma está sujeta a nuevos cambios. Pero estos cambios no están sujetos a casi nada, el fuego es una industria que lo fabrica todo entonces, porque todo debe ser purificado y rebautizado,  ardiendo bajo nuevas leyes.



También he contemplado cómo crujen las escamas de la piel en una muchacha que ha sido traicionada. una mujer engañada es un peligroso ejercicio nuclear sobre las emociones humanas, cualquier cosa puede pasar ahí. y ahora que hay una durmiendo ahí en mi cama en una maravillosa postura, la misma mujer que podría matar un caballo en plena carrera, yo estoy escribiendo fuera de la cama a sólo siete pasos de distancia, escuchando a Bob Dylan cantar sobre su sueño, el sueño número 115, andá a saber porqué, pensé que hay algo atrapado entre estos tres sueños ―el de ella, el del viejo Bob y el mío― como un misterioso triángulo onírico; pensé en hacerle notas del amor, le hablé del amor con palabras en mi boca, estúpidas palabras, porque sé que no le importa. A ninguna mujer le importa mucho el amor si no lo siente ella primero. Y acá tenemos algo, amigos míos. Un escándalo silencioso, violento. Esta mujer se ríe de mis conclusiones porque esta mujer es mi amor suavizado por la falta de éxito en el amor, es una ceremonia de suspiros, sabe demasiado y se lo comenta en sus adentros, porque sabe que mi amor es todo menos perfecto y exitoso. ella ansía la perfección, el martillo bajo la lluvia, la ventana sin alas…





4



En la penumbra y con Julieta al fin desaparecida, ida, y ya no buscada, llegué a mi departamento al anochecer. Ya habían varias estrellas pero yo no lo sabía; estaba cansado, drogado de sueño por haberme pasado dos días escribiendo estupideces sin valor alguno en el procesador de texto de mi viejo y fiel ordenador portátil. Tan viejo pero lento y aún obediente. Me quería dormir pero no conseguía dormir. Me había recostado en el sillón y puse un disco viejo de los Animals. muy británico y demasiado blanco lo encontré, así que decidí ir a lo seguro: Robert Johnson. Ah, sí. El viejo Bobby y sus canciones hechizadas. Me alegró escucharlo, pero no me daba sueño aún.



Esperé que llegara solo y entonces quizás me quedaría dormido sin darme cuenta. Muchas veces me sucede eso, mis hermanos; pero el anciano sueño no llegaba y no llegaba… Y cuando cerraba los ojos, sentía una salvaje picazón detrás del globo ocular. Sonó el portero y lo fui a atender de muy mal humor, los pies arrastrando el suelo de parqué. Atendí.



- ¿Quién es?



- Soy yo -se escuchó-. Abrí.



- ¿Quién es? -insistí, pero no hubo respuesta.



Me tiré en la cama ahora, con la luz prendida. Encendí un cigarrillo y pensé enseguida: ¿cuánto hacía que no fumaba? Experimenté un leve mareo y permanecí acostado boca arriba. Me sentía solitario y mal, me sentía olvidado, lento y torpe. En eso golpean la puerta y me levanté y fui a ver. Era mi viejo amigo Roger, acompañado de su novia Violeta. Les hice pasar y serví té y vino. Hubo una animada charla que me despertó todavía más, aunque sentía el cuerpo cansado. pensé que me estaba por enfermar, pero luego aparté ese hipocondríaco pensamiento. Soy hipocondríaco gual que mi abuela Victoria, dios mío. Igual. Roger sacó de su bolsillo una curtida pipa cargada con un poco de hachís, pero rechacé fumar. Al minuto o dos, cambié de opinión y le pegué una buena y profunda calada. Tal vez me adormeciera lo suficiente y podría dormir.



A las once de la noche se fueron y yo tenía los ojos como el 2 de oro, y encima me venían ideas -estimuladas seguro por la sagrada planta- para seguir escribiendo y sin ninguna razón aparente regresé a lo del Ángel Pablo; 



Y entonces me encontré a mí mismo, frente al ventilador de pié, preguntándome cómo había llegado ahí.




5



Yo creo que fue a propósito. Fue a propósito, no me jodan. ¿Cómo puede ser que justo cuando empiezo a salir del letargo amargo por perder a Julieta, me aparece un día una pendeja de unos 30 años en la puerta del taller de gráfica donde trabajo, pregunta por mí, ¿está Víctor Peuser? - preguntó, que soy yo. Sí, sí está, ya to le llamo le dicen, y alguien me dice en la puerta: hay una piba con un niñito que pregunta por vos. Entonces, despreocupado, voy, me dice: "Hola Víctor, ¿te acordás de mí? Soy Mariana. Yo no la ubico de toque, me dice: soy  la prima del gordo Javier. La miro mejor, ya con cagaso y mucho cuidado, le digo: ah, sí, sí... Mariana , la del auto gris, ahá... sí ¿cómo andás? ¿Qué hacés por acá, nena? Me dice.. mirá Víctor, es un embole, yo... -miró al nene, que le agarraba la mano, yo no había reparado en su existencia. Me tapaba un mostrador igual. Bueno, me dice, éste es tu hijo..



"Éste es tu hijo"



¿Qué?



Los genitales me desaparecieron y alguien me había metido una pelota de tenis en la boca.



La mina, Mariana, siguió hablando pero yo estaba mirando al nene y le escuchaba a ella blua bluablábla bluabluabla...



- ... y se llama Víctor. 



( y sí..) 



Empecé a hablar, a decir un montón de cosas, pero nunca salió de mi boca nada en absoluto. La mina se dio cuenta de que yo estaba flipando y se fastidió y dijo algo y pegó media vuelta y salió.



- ¡Pará! -le grité.- ¡Esperá un poco! 


Se frenó y me miró.



- ¿Qué?



- ¿De qué equipo es? -le pregunté.





6



Me desperté a la tarde siguiente, era un martes, desayuné pan tostado con huevos, a lo americano, que me encanta, y entonces recordé, me acordé de que "ah.. cierto que estaba deprimido por lo de Julieta". Pero el pensamiento se desvaneció y apareció uno nuevo: llamarla. Pero no, mejor no, porque si la llamaba tenía que ser para decirle algo y no tenía absolutamente nada para decirle, mis hermanos, asíque le llamé, le llamé igual.



Contestador.



Dejé un mensaje de voz, dije algo, dije sí soy yo pero no sé, estoy..., estoy... Cualquier cosa. Cualquier cosa dije. Llamame si podés. O te llamo yo, no... no sé no sé..., lo que sea, no es nada importante. Una cosa así, medio deprimente e infantil. Nadie contesta un mensaje así, hermanos.



Esa noche tenía que ir a un cumpleaños de un tipo que me había contratado para cantar. Era buena la paga y tenía ganas de cantar y sacar el blues que tenía adentro.



A la mierda, dije. Me baño y voy y bebo algo y paso el rato. Sí señora. Muchas gracias por toda su atención y mala leche.



Sonó mi celular.



Julieta.



- ¿Hola?



- Hola, ¿cómo andáass? 



No era julieta.



- Bien. ¿Quién habla?



- Soy Fanny, la de las fotos, ¿te acordás de mí?



Fanny. ¿Fanny?



La de las fotos.



- Sí sí, ah, sí -respondí- ¿cómo estás? Yo... estoy, estaba justo esperando una llamada, pero..., sí, decime qué...



- Uy perdón, ¿y estás con alguien ahora? ¿Podés hablar, o te llamo en otro momento, ¿querés?



- Dale. Gracias por entender.



Corté y después apreté el botón de apagar. Apagué el teléfono. No se puede tener un aparato de comunicación electrónica encendido y alerta las 24 horas todos los días, no se puede, pensé.




7



En el cumpleaños salió todo ok, canté, la pasé bien, me divertí, me sentí alagado por los cumplidos y felicitaciones de la gente, estuvo lindo, buenas personas... Hasta había encendido el celular nuevamente y todo. Me sentía contento otra vez y en la mía.




Estábamos en una casa grande, de esas con piscina y amplios livings con cocinas largas y expuestas, habitaciones arriba, cuatro baños, desniveles peligrosos en el vestíbulo para los que beben y usan mucho los baños, etc. Y había una mujer, una muy linda mujer de negros cabellos que le caían en cascada sobre los hombros en perfectas puntas onduladas y se adivinaba que era un cabello suave y perfumado. Me miraba bastante, me había estado mirando durante todo el recital. De unos 40 años, muy bien formada y de pechos firmes que -por el amplio escote- advertí como originales, para mí al menos, no había bisturí ahí, aparentemente.



Pensaba en esto y trataba de mantener la conversación con Marcelo, el que cumplía años, me decía:



- Víctor, tengo tu disco en mp3.



- ¿Ah sí? -contesté- ¿suena muy mal?



- Noo, claro que no. Suena buenísimo. Bah , yo no sé prácticamente nada de sonido y esas cosas. Sólo escucho la música. Y para mí suena estupendo. Tengo el CD también, lo compré, original y todo, pero no lo puedo llevar; mirá, escuchá -y sacó su tremendo celular y apretó y movió su pulgar sobre la pantalla y empezó a sonar "Amores Prohibidos", un tema mío, de ése álbum que yo había grabado unos meses atrás. Por un breve instante me sentí un poco conmovido. Uno no se prepara para cosas como esas.



Me sonrojé, obviamente, y mi mirada se posó en la figura de la morocha. Me sonreía y fumaba un cigarro. Era más que evidente que pretendía coquetear conmigo un poco. Pensé acercarme y pedirle un pucho y establecer así un primer e inocente contacto, solamente para ver si sucedía algo en especial. Pero la verdad era que no quería sacar mis mentolados por temor a parecer afeminado. Gulp.



El tema del disco sonaba sonaba sonaba en el celular de Marcelo. Levanté la vista y la miré bien y le hice la universal seña del fumador, los dos dedos a la boca, ella asintió y señaló la galería, se levantó de la mesa y yo la imité. La seguía cruzando el amplio patio de césped recientemente cortado, y ni me disculpé con Marcelo ni los que hablaban conmigo ni nada, solo la seguí a la galería. Olía a jazmín ahí. 





8



Boy, me desperté al mediodía de una dormida larga, me metí un antidepresivo y me levanté a mear. La escritura lo dice, queridos hermanos míos, la escritura sagrada & oscura. El sabio no se nota. Tomá. Básicamente, vení mañana.



La cosa es que pensaba y encontraba todo muy ridículo y muy inflado y creí que le había dado dimensiones desproporcionadas a lo ocurrido, y que como Julieta estaba lejos lejos lejos de mis pensamientos, mis hermanos, me sentía extraño, preparado, listo, liquidado.



Era por la tarde ya. Me llamaron para ir a una comida por la despedida de un amigo, el Delmo, que se iba a vivir a italia. Me resistí primero, pero luego me acordé de que la esposa tiene una amiga, una mina que yo había visto en una ocasión y me parecía interesante, quería ir a ver si estaba y tratar de acercarme o algo. Fui a buscar un taxi y llegué a la casa y había muchísimas personas. No conocía prácticamente a nadie. Siempre me transpira las palmas de las manos en estos forzados eventos por juntar gente al pedo, solo con el mero propósito de vigilarse unos a otros y darse importancia, o simplemente para obedecer a las comunes insistencias sociales establecidas para relacionarse unos con otros. No lo sé, hermanos míos, me transpiraban las mano y me sentía muy solitario y extraño. Es algo antisocial pero es la verdad. Pasa que tampoco conocía a quienes había visto y saludado. Pero apareció un rostro familiar. Era Veronika, una de las chicas que paraban en el hostel de al lado. Era ucraniana creo. No sé. De uno de esos lugares que te lo dicen y te lo olvidas inmediatamente. Era una gringa simpática y bastante atractiva. Además hablaba castellano como el orto, metía mejor inglés y yo también hablo en inglés bastante bien, asíque había hablado varias veces con ella, pero nunca sobrio. Creo que una vez, una vez que fuimos a una cabalgata por las montañas en el invierno, y traté de hacerle algo, pero estaba muy ebrio e intratable. Creo que la tomé del brazo para saludarla y preguntarle donde estaban nuestros amigos. Olía como una botella vacía de vodka. Pensé: mierda, quiero un trago ya.





9



En la fiesta, como la otra casa era un hostel y venía gente todo el tiempo, había de todo y por todos lados. Encontré al fin algunos de mis amigos, los encontré y sentí un refrescante alivio, porque como les dije antes, mis hermanos, yo transpiraba transpiraba transpiraba como un marrano, y alguien me acercó una fría cerveza y la bebí con orgullo & felicidad &, despreocupado y, por primera vez en lo que ya eran semanas, no pensaba en ella.



De pronto, justo detrás mío se escuchó un corcho abandonando la botella de champagne, como es debido, y me di vuelta y entonces vi que Julieta estaba sentada en una hamaca de color blanco, se balanceaba con un pié colgando afuera de la hamaca casi por obediencia, lentamente, sostenía una copa de vino blanco y escuchaba a la persona que estaba a su lado, la cual no recuerdo en absoluto de quién se trataba, sabrán disculpar mis lagunas mentales, hermanos míos.



Las rodillas me desaparecieron.



La garganta se me cerró, seca.



Y mi estómago dió un vuelco, pero de 5G de fuerza, más o menos.



Los labios comenzaron una rutina que incluía cerrarse, estirarse, secarse, aplanarse, buscar los dientes... En fin, sí, Julieta estaba en la fiesta y alguien sabía de esto y yo creía que sabía quién podía ser esa persona, ok, muy bien.




10



Un boludo fue y la saludó, agachado y todo, y le dijo algo que alcancé a adivinar: oh sí qué linda salís en tal película y qué simpática que sos y qué estás haciendo (yquétecalientaimbécil, murmuré para mí mismo), y qué bla blu ble bli. Yo miré casi como escondido, la espiaba como en un infantil dejavú, podía olerla, hermanos míos. Podía oler su perfume, su aroma femenino natural.




Luego la razón tomó el control de nuevo y me escabullí entre varios para ir con mis amigos. Pero ya sabía donde iban a estar mi cabeza y mis ojos y mis deseos más íntimos toda la noche. No sentí el menor remordimiento ni opuse ninguna resistencia para no hacerlo. Pero, bueno, quería otro trago y algo que me indicara: vení papá cómo andáaas... ¿querés que? ¿Eso? Yo quería jugar al metegol con los vagos y cagarme de risa un rato y beber y (matrimonio, boda, compromisos, ¿te gustaría?); y pasar el rato y luego, mucho más luego... ahí sí, ahí sí la buscaría, cuando me sintiera bien cargado de alcohol y cualquier otra cosa que me dieran que adormeciera y me deshinibiera los sentidos razonables. Sí, quería ir y hablarle. Eso es absolutamente real y cierto.




¿Y porqué no ahora?, pensé.



"No esperes a sentirte tan adormecido e idiota", me dijo una extraña voz en mi cabeza.



Ella llevaba un vestido blanco, de esos como de lino, ligeros y casi de aspecto rural. Las uñas de un extraño brillo, al mover su mano en algún gesto, se podían ver. Y yo sólo la observaba, hermanos míos, sólo la observaba escondiéndome entre las personas. Nuestra historia, los últimos eventos, la agria pero desinteresada y liberadora ruptura, y la puta separación, el dolor, el horror, el horror...



Ahora viene toda la historia de nuestro primer reencuentro. 



Pero no será narrada y saltamos al año siguiente, cuando finalmente me casé. Conocí a Graciela y convivi en matrimonio con ella; y nuestra la mudanza a Canadá, la vuelta, las enfermedades, los planes, las riñas, las apuestas, en fin..., elegí contar sobre mis días con la mujer que me dió ánimo para perseguir otra vida.




Otra vida sin julieta.


Otra vida, mis hermanos.



(no es recomendable leer filosofía si uno está casado, porque sabés que el banquete es un mero contrato)




11




Para cerrar aquella noche, sí, fui, estuve con ella y nos visitamos y nos hicimos bien durante algún tiempo. Justo antes de conocer a Graciela. Y menos mal, porque Mi futura esposa es de lo más celosa. He tenido que tolerar celos de casi todas las mujeres con las que he tenido alguna relación sentimental, pero Graciela es literalmente insoportable. Durante el primer año de matrimonio, tenía furiosos celos de mi prima hermana, que es la joya de la familia y es mi nena, ocho años menor que yo. Pero cuando se veían, a mi esposa le salían rayos de los ojos y peste maldita de la mente.




Pero no estaba del todo paranoica a decir verdad. Yo amo a mi prima con todo mi corazón y ella también me adora a mí, aunque ya esté casada y con su familia bien formada y todo. Pero Graciela me acusaba de cambiar mi forma de ser cuando estaba con mi prima. Puede ser, no lo sé. Son muchos sentimientos encontrados y confusos los que se refieren a ese tema en particular. No lo sé.



Tengo que contar de mi vida ahora de casado. Ella me mira como si yo fuera un calambre haciéndose pasar por adormecimiento. Me refiero a Graciela por supuesto, con quien comparto tan poco que casi me olvido de que vivimos juntos en un departamento, en plena ciudad. Y la escalera de los Dioses sigue siendo útil, amigos míos.




12



Me preguntaba sobre mis imponderables. Qué joda. Qué manía de mierda tengo, y además, ¡no tengo ninguno! Jajaja. Me río de eso, pero no le encuentro verdadera gracia alguna.



En fin. Hace un tiempo fui a una excursión a la hermosa montaña y subimos el cerro con un par de amigos de Francia, que no sé muy bien qué puta hacían por estos lados. Creo que solamente querían conocer las fabulosas montañas. Yo estaba enfermo. Me sentía muy enfermo e incómodo y cansado y con fiebre alta, pero decidí ir igual porque, para ser bien franco, queridos hermanos,  deseaba alejarme unos días de Graciela, ya mi esposa. Pero no porque ya no la quisiera más ni nada parecido. No. Simplemente porque a veces los hombres inventamos estas actividades de dudosa índole aventurera para que nos dejen un rato sin rompernos las pelotas permanentemente, saben todos de esto, sí.


Escalamos hasta el mediodía y yo necesitaba un trago; pero las francesas dijeron que no podía beber alcohol así que le manoteé la cantimplora, tenía Gatorade. Bebí un largo trago, pensando que se trataba de un destornillador liviano y continuamos la subida. A cierta altura me descompuse y tuvieron que bajarme en camilla, muy mal.



Ya abajo había un centro de salud de emergencias y me asistieron muy bien y me dieron un poco de coñac. Excelente, pensé. También le pregunté a Mario, el guía, cuánto había logrado trepar.



" Subiste 24 metros, Víctor. Los niños menores de diez años suelen trepar hasta cien metros, me contestó. Bueno , qué divertido.


"Ah -dije- ah, asíque... ¿y cuánto tiene el cerro de alto?



"524 metros", me dijo. Laputamadre, pensé. Qué puto perdedor que soy, carajo. Me enfadé conmigo mismo por no haber podido hacer nada más, y peor que un niño.




Pero no debería haber subido enfermo, pensé. Y luego cambié de opinión, sin ninguna razón aparente al menos.



"Estoy mejor ahora, quiero subir de nuevo", le comuniqué a nuestro guía, que seguía a mi lado mientras me quitaban el calzado y me ponían suero.



"Ni hablar, Victor. Ni hablar. De eso nada".



Ok, Mario. ¿Podré subir mañana? Es que quiero alcanzar a las francesas y bajar para cuando sea la cena de despedida. En serio, creo que puedo.



"No, no. Es demasiado arriesgado y desaconsejable. Además tenés fiebre, man"



"Ok, entonces las espero acá . Voy a dormir"



Esa fue la excursión que hice para tomarme el descanso de mi esposa. Patético.



Una voz me llamó la atención pero no sabría decir de dónde provenía.



"Víctor andá a trabajar andá a trabajar andá a..."



"¿Qué?, ¿quién?"



"Víctor... andá...andá que ya es tarde..."



No entendía. Yo estaba de vacaciones en el trabajo. Y también estaba durmiendo en mi cama con graciela al lado tratándome de despertar para ir al laburo y dejar inconcluso mi sueño andinista con proyectadas francesas en mi camino.



"Mierda", murmuré aún dormido. Graciela me pegó una cachetada y después me hizo un desayuno como los Dioses mandan.



13



Y... de repente, la escalera pierde pié y se tambalea un poco, casi una década digamos, pero yo sé que ese pensamiento que tartamudeaba no pisó escalón alguno, queridos hermanos. Es sólo los blues que cada tanto se miden algún traje nuevo, negro, mocasines & corbata.



Ahora, aquello del espíritu es algo que sí me pega. Lo siento, de verdad. Creo en el espíritu santo y todo lo que significa.



Mi esposa llegaba de trabajar y se servía un yogurt mientras yo bebía una cerveza muy tranquilo. No pasa nada, no me pongo intratable ni distinto por eso. Soy un bebedor tolerante.


(Pero luego de la cuarta o quinta sí que se la pongo mal)


Entonces conversábamos acerca del asesinato. Ella usaría cuchillo o algo con filo y yo solamente el mango. Con eso ya nos basta.


Pero decía que parece que los Dioses a mí me siguen queriendo acá abajo. Puedo andarme subiendo un tramo o dos, claro que sí, pero siempre siento el frío del aroma de la tierra húmeda aquí abajo abajo abajo.


Down here.



Aburrí a casi todos con todo el asunto de Julieta cuando nos separamos y yo me fuí a Brasil, para hacer algo brasilero y olvidarme de ella. Y ahora con Graciela siento que me casé al pedo. Al pedo. Siento como que contraje matrimonio con la mujer linda pero la equivocada. Podríamos vivir juntos como cualquier pareja adulta; y encima cuando nos casamos, el día que nos casamos, yo le había jurado amor a la princesa que conocí en Sao Paulo. Andá a la mierda. Todo se volvió un quilombo, un desastre, un embole, una mierda.



A la mierda entonces con todo el asunto. A la mierda. Sí.



Y sigo entre difícil noche y peor día. Igual yo, queridos amigos, mientras la escalera se mece de un lado a otro, nerviosa, todos seguimos traicionando a nuestros padres o a nuestros Dioses o a cualquiera que se nos ponga por delante o en el medio. Ser alguien se torna un tanto difícil a veces. "It's getting hard to be someone but it all works out", dice Lennon. ¿Y qué fué del pacto con Satanás? Algo que tememos.



Esta noche la luna se parece a una alcancía y el sol está domando las fieras celestes del lado opuesto del planeta.



14



A eso de las 16 horas salí del trabajo y llegué para alcanzar a hacerme algo para comer y beber en mi departamento. Graciela me acusaba de tener el comportamiento de un niño de 8 años. Me dejó para irse a la casa de su madre. A veces salgo antes y me pongo a hacer algo con mi viejo ordenador portátil. A veces juego y otras navego por internet, buscando entretenerme. Pero nunca quiero escribir, nunca quiero ponerme a cachetear las palabras porque lo odio, queridos hermanos. Odio tener que escribir; pero..., bueno, debe ser como fisiológico, porque a menudo me encuentro a mí mismo sobre el teclado tratando de convencerme de que me gusta hacerlo y que quiero hacerlo.



Sigo usando papel y lápiz o lapicera como en el siglo pasado igual. Y ahí debo admitir que me provoca algo. Algo se enciende en mí cuando abro mi cuaderno de notas, pero no sé qué puta es lo que me lleva hacia las palabras. Soy malo escribiendo además. No me gusta jamás lo que me sale, lo que escribo es horrible para mi gusto. Pero a Julieta le encantaba todo lo que escribía, canciones o poemas o lo que fuera, pero, como verán hermanos míos, lo estoy haciendo de nuevo.



Graciela..., bueno, ya lo dije. Tenemos una prórroga de arañas ya entre nosotros para iniciar el maldito trámite del divorcio. Somos difíciles y no me arrepiento de que haya sido mi esposa, aunque ya dije antes que no sé para qué mierda me casé. Eso sí que fue al pedo. En fin. En lo referente al trámite del divorcio, los dos somos como niños. No sé de cuántos años, pero lo somos. 


Pensaba en mis amigos, que ya estamos todos grandes y pelotudos y me preguntaba si en cualquier caso podría suceder que uno de nosotros muriera. Pienso demasiado en la muerte. En mi propia muerte sobre todo. Demasiado. Y últimamente me deprime el tema. No quiero que nadie se muera porque me siento maldito y enfermo. No me quiero morir. No quiero dejar a nadie amargado o con tristeza. Pero hay que pensar esas cosas cada tanto y hay que decirlas y nombrar a la muerte. Así nomás. Todos le tememos de alguna u otra manera, pero sigue siendo eterna y salvadora y está siempre acá, a un paso.



Le pedí plata a un amigo para comprarme unos medicamentos que me aliviaran el dolor que tengo en las manos por la artritis, pero me salía más caro asíque lo dejé y me la banqué. Charly, mi amigo, me invitó a beber unas cervezas y nos fuimos a pie hasta el bar de la avenida de los idiotas, nos sentamos y bebimos y fumamos y charlamos y todo eso. Estuvo genial y lo disfruté muchísimo. Pero a las 4 de la mañana, martes, estábamos locos y queríamos seguirla. Graciela me llamó y se enfureció al oírme borracho. Y furiosa, me dijo que el siguiente lunes tenía que ir con ella a ver al abogado. Cuervo. No era para menos, yo titubeaba y tenía una pelota de tenis en la boca, la escuchaba preocupada y enojada con razón, queridos hermanos,  pero yo no quería que me escuchara mucho. Me advirtió lo que pasaría si no volvía a casa y le dije "pero si noesdoy haciendodadaa... es bartess..."



Me colgó. Dejé el teléfono en la mesa y miré a charly. Entrecerraba los ojos pero parecía bastante animado todavía. Saqué la billetera y fui a la caja a pagar.


Pero regresé con dos stella artois más.



Y si qué, si era martes y no estaba haciendo nada en contra de los Dioses.



La escalera ya se tambaleaba mucho más, peligrosamente.



El sábado siguiente me regalaron un hamster. Huele a biruta y pis todo el tiempo.



15



Así nomás, con mi amigo Pelatai, nos pusimos a jugar a la Playstation después del partido de Argentina vs Irán, que ganó Argetnina gracias a messi en el exótico mundial de fútbol en Brasil.



Y la primera la perdimos contra la máquina, asíque empezamos la segunda y me dice



- Víctor, ¿juguemos otra vez? ¿Te pinta?



- Dále -le digo,  mientras me acercaba a la ventana del living del departamento para fumarme un maldito cilindro de nicotina y alquitrán. Odio los cigarrillos. Pero los sigo fumando con demasiada regularidad.



Con el Pela la estábamos pasando más que bien, los dos solos, un cajón de cervezas y dos gramos de cocaína.


Nos pusimos tan colocados que nos olvidamos de la Play y sólo nos pusimos a hablar y hablar de esto y lo otro. 



De pronto, mientras fumaba, miré involuntariamente hacia la ventana del departamento del tercero, enfrente mío. Habían viejas coquetas muy clac clac clac jugando a las cartas, pero no estaban jugando por diversión, no. Se veían bien los billetes grandes y las fichas gruesas sobre el verde del mantel redondo. Jugaban a morir por la guita. Y guita grande, mis hermanos.



El pelatai me dice mirá, están jugando por buena guita. Deben de haber unos buenos mangos ahí, loco, te lo digo de una.



Le contesté que sí, que ya lo había notado, y mi ojo parpadeó, nervioso.



16



Hablamos un rato. Luego nos mirábamos y fumábamos, sí, con el nervio de la aventura, pero también con la calma del mar.



Decidimos ir. Ir a ver qué onda con las viejas del apartamento de enfrente, en el centro mendocino, y sus joyas haciendo cling cling cling y sus risitas jujuju jijiji ahí, un solo piso hacia abajo.



Primero fuí yo para ofrecerles un pastel de papas del mediodía, por si me dejaban entrar, y así, una vez ganada su confianza podría husmear un poco a ver qué sucedía entonces. Después fue el Pela y se hizo pasar por mi cuñado. Los dos fingimos una discusión desubicada en la puerta del apartamento de las viejas. Se puso acalorada la ficción mis queridos hermanos, asíque una vieja gritó cuando lo empujé al Pela hacia la mesa y el me aplicó una patada en el pecho. Que me dolió bastante de hecho, y así de jodido fue el asunto. Yo gritaba sandeces, algunas veces en inglés, como para causar una impresión de desasosiego entre las viejas, que se llevaban las manos a la boca y tenían los ojos desorbitados por el quilombo nuestro. Parecía una obra de teatro callejero con largas y peligrosas improvisaciones.



El Pela cayó sobre la mesa y desparramó todo todo todo, alcanzando a manotear algo, agarró varios billetes grandes, y se desplomó en el piso, fingiendo haberse desmayado, y yo trataba de calmarlas para que todo no terminara tan mal, pero una de las viejas era sorprendentemente fuerte y me sostenía de un brazo con un poder inverosímil.



- ¡Auxilio!¡Son patoteros! -gritaba.



- No señora, no señora, no señor... -decía yo medio en broma y medio preocupado por mi a migo que aún estaba en el piso, bajo la mesa...



- ¡Pela! -grité- vamonós loco. Ya está. Y éstas adorables señoras no necesitan nada y además piensan que somos... Delincuentes. Falta esto para que llamen a la policía. Y no queremos que eso pase. Vámos, dale.



Y mientras yo decía esto, el Pelatai se levantó, pasó por al lado mío y salió corriendo por el pasillo. 



Yo me quedé sin reacción. Y cuando las viejas trataban de levantar todo del piso y yo les dije gracias por su cooperación y partí de ahí, una sirena sonó lejana, como si vinieran desde la cuarta sección...



Cuando llegué al departamento habían seis billetes de cien y uno de quinientos sobre la mesa. 



El Pela sonreía. Yo sonreía.




17



Debía mantenerme ocupado para estar despierto hasta las 10 de la mañana para encontrarme con un amigo que me traería un texto para que yo se lo tradujera del inglés al español. Pasaban las horas pero se me hacía difícil. Ése día me había despertado a las 7 y media y estaba descansado, pero las horas se me hacían eternas. Sobre todo cuando mi amigo llamó para decirme que le hiciera un poco más el aguante para venir. Uff. Las esperas. Odio tener que esperar sin tener que hacer nada. Me vuelve loco y muy irritable y la maldita ansiedad me consume como un cigarrillo barato.


La cosa es que opté por meterme en internet e ir buscando ayudas para el trabajo que debía realizar con la traducción. Encontré varias herramientas útiles, asíque guardé las páginas en el marcador para más tarde. Estaba bebiendo una taza de café bien negro y fumaba un marlboro convertible. Me gustan esos, no sé porqué. Sencillamente creo que ya no me aguanto los comunes. Además hace poco descubrí que en el costado del paquete te dice la cantidad de nicotina y alquitrán y esas cosas que tienen los puchos, y los convertibles -aunque son mentolados- tienen la mitad de todo lo que tienen los comunes. Nada. Un hecho que me sorprendió tanto como me importan las patinetas de la plaza y sus jinetes idiotas andando sobre ellas.



Como mi ordenador portátil es viejo funciona mal y lento. Hay que reiniciarlo constantemente -por eso guardo todo a cada rato- y darle tiempo que se enfríe o que se recomponga un poco.



Escuchaba una canción de Bruce y pensaba en ella otra vez. En Julieta, mis queridos hermanos, sí, sigue en mis pensamientos y en casi todo lo que hago. En ese momento sonó el timbre y me levanté de la máquina para atender. Era Mike, el encargado del edificio donde vivo. Me trajo una mala y una buena: el recibo de las expensas, carísimas expensas que tengo que pagar por éste departamento y en las que voy atrasado varios meses. Pero también me traía una bolsa de color verde.



- Tomá, Victor, ésto te lo manda una señora -me dijo y me entregó la misteriosa bolsa verde.



- ¿Qué señora? ¿qué es esto?



- Son tomates -me contestó, y se fue a tomar el escensor con un breve saludo.



Tomates.



Una señora me enviaba, anónimamente, una bolsa con tomates como si fueran flores que un joven envía a la chica que le gusta sin revelar su identidad.



tomates.



Abrí la bolsa y sí, era evidente que mi fan verdulera me había enviado tomates. Había como un kilo más o menos. Los saqué y los limpié y los guardé para al mediodía hacerme una buena ensalada. Una buena idea, pensé, ya que tenía los tomates esos. Sólo me falta cebolla, me dije.



tomates


¿A quién se le habría ocurrido enviármelos y porqué?, pensé. Pero bueno, en fin, volví a la máquina y me habían salido carteles de errores por todos lados. La apagué un rato y me puse a leer hasta que llegara mi amigo de vuelta.


Ya no pensaba en Julieta, mis queridos amigos. Curioso dato ese.





18



Desperté a las 8:06 de la mañana. Me pegué una ducha ligera y salí a la calle, sin desayunar ni nada. Tenía que llevar un currículum a una empresa de transportes para ver si me daban un trabajo. Un puesto administrativo o algo así. Cualquier cosa que me diera dinero para vivir y pagar las cuentas me vendría más que bien. Llegué a la empresa a las 8:53 y el gerente que me había visto antes no se encontraba, no había llegado aún; asíque esperé sentado en un pequeño sillón de cuero blanco, muy cómodo por cierto. Por un momento pensé en echar una cabeceada, pero eso no iba a quedar bien si alguien me encontraba durmiendo ahí. 



Llegó el gerente, recibió mi currículum y se despidió cortésmente. Me tomé el palo; salí a la calle de vuelta y caminé 25 cuadras hasta mi casa. Bebí un café y me puse a leer. Y me quedé dormido. Desperté casi a las 2 de la tarde, todo transpirado porque hacían 37 grados de calor. Pensé en Graciela. Seguro que a esa hora estaba trabajando y la llamé. Sonó dos veces y atendió.



- Hola.



- Hola.



- ¿Cómo estás?



- Bien ¿y vos?



- Bien. 



Aunque estamos separados hace meses nos seguimos viendo y hablando regularmente. Hemos decidido no divorciarnos tampoco.



- Víctor -me dijo- Víctor, no quiero que nos veamos por un tiempo. Estoy viendo a alguien. Espero que esto no te moleste..



Plum.



- No me molesta -contesté-; en absoluto, todo bien...



- Ok, gracias. Bueno, tengo que seguir trabajando...



- Ok te entiendo. nos vemos. -y corté.




Ahora, Graciela no sabía de mis otras salidas con otras mujeres, pero me sentí raro. Aunque de verdad no me molestaba para nada que saliera con alguien más. Es más, mejor, pensé.



Encendí la computadora y me puse a escribir. Pasaron unas 3 horas. Miré la hoja. Habían cuatro palabras. Me fridgeé por supuesto, porque estoy intentando escribir algo así como una novela por capítulos. Cuatro palabras había escrito en un poco más de tres horas. Me dieron ganas de suicidarme, en serio, me hubiera pegado un tiro en la cabeza si hubiera habido un arma a la vista.



Ya eran las 9 de la noche cuando me llamó un amigo para juntarnos en la casa de otro a beber algo y pasar el rato. Creo que se juntaban de varios grupos de gente. Acepté a regañadientes. No me sentía socialmente apto en aquel preciso momento y mi cabeza resbalaba en adjetivos de todo tipo, pero acepté y fui.



Cuando caímos a la casa de nuestro amigo estaba todo oscuro y no había ningún auto estacionado en la calle. No están, pensamos. Toqué timbre.


En ese momento se encendieron luces y me abrió una chica de no más de 22 años. Era la mujer más preciosa que jamás había visto. Quedé mudo y de una pieza, lo que balbuceé me salió tartamudeando encima. Dejé la impresión de ser un sicótico idiota y demasiado adulto para la ocasión.



- Hola, ¿vos sos víctor? -me preguntó.



- Sí.



- Pasá. Todos están atrás, esperándote.



- ¿Porqué esperándome, hay algo hoy?



En ese momento me abrazó y me dio un sonoro beso en la boca. Quedé duro. La miré y sonrió. Olía a cigarrillos y vino barato.



- Feliz cumpleaños -me dijo.



Me había olvidado. Ese día cumplía los 40.




19



Ahora bien, hace como 4 ó 5 semanas atrás estuve en la casa de mi amigo Pelataí, del cual hablé antes en la historia de las viejas timberas. pelataí es de esos que sostienen un crisol de amistades y son muy buenos anfitriones, así que comimos pollo con papas y cerveza helada. Hacía calor. Fue un domingo al mediodía. Me contó que venía de la penitenciaría.



- ¿En serio, la cárcel? ¿Y porqué? -le pregunté, bastante interesado.



- Un amigo, el Orlando, está en cana.



Yo lo conocía vagamente a ese Orlando. Le pregunté porqué lo habían metido en cana.



- Bueno, aparentemente se supone que fué una confusión. Drogas. Lo agarraron a él y en realidad era otro el responsable.



- La puta. -me quedé pensando si eso me pasaría a mí, me mataría colgándome de un árbol en el parque.



- Pero no me dejaron entrar -me comentó un tanto frustrado- porque se olvidó de anotarme en la lista de visitas, así que.. en fin, me vine para acá. ¿Te sirvo con espuma? Le dije que sí.



Esa tarde conversamos bastante y bebimos varias cervezas más. Luego volví a casa y me olvidé del tema.



20



Estimulado por la luna bien redonda y blanca tomé la decisión de abandonar mi insegura comodidad y partir hacia otro lugar. No me sorprende que haya vivido tanto tiempo en la tierra del descontento. Es el final de una era plateada. Suelo desaparecer de vez en cuando además. No me sorprende.



Ahora tengo el futuro menos prometedor de todos y me asusta y mucho, pero ¿qué no nos asusta en esta vida extraña, eh? Deseamos ser extrañados, ser amados, amar a alguien.. todo asusta. Me tomé un café con una hermosa vieja amiga y hablamos mucho sobre enfrentar la dura realidad, sobre tomar las decisiones correctas, sobre el dinero como un androide que nos endulza con su programado discurso..



El peligro de no ver el absurdo arbitrario destino es no conocer las limitaciones. Es un tesoro del análisis psicológico de todos los tiempos. Hay ecos de sombras. Un fin de semana aberrante y solitario puede cambiar. Sí. El mundo va a sorprenderte a veces. Hacemos la calidad de nuestros deseos basados en la libertad de aceptar un cambio; si eso no sucede podríamos perder el mejor plan de vida.



Ahora me encuentro en una cápsula, haciendo un ejercicio de la fortaleza de donde surgen las plegarias de abandono. La desnutrición del alma humana es un misterio antiguo. Es difícil enriquecer algo que no tiene fondo; pero una sola página puede salvar una garganta enferma. Comunicarte con alguien del pasado, la frecuencia de la mentira que nos perturba constantemente. Los que mienten quieren salvar sus pobres vidas con un milagro; lo que pasa es que alguien se adelanta a estas cosas y resuelve las malas noticias de un paisaje ficticio.



Hoy la madurez no está en capullo pero se abre a diestra y siniestra con pensamientos insectos y burlas sobre el paraíso.

















21



Ahora bien, ayer le llamé a Pelataí y nos juntamos de nuevo en su casa a la tarde. Compramos unas cervezas como siempre y fumamos un poco de marihuana. Nos sentó bien la tarde y charlamos un rato. Me comentó que se había estado juntando con otros amigos y esas cosas. Me dijo que un amigo le dijo: ja, pelataí, vos sí que sos un personaje, eh.. y él lo miró nada más.



- Vos no sabés nada -le contestó Pelataí despreocupadamente.



La cosa es que me comentó que había vuelto a la cárcel a ver a su amigo, esta vez correspondientemente anotado en la lista de visitas, y que le había llevado unos cigarrillos y algunas otras cosas.



- Le quise llevar una coca cola pero no te dejan -me advirtió.



- ¿Y pudiste entrar y todo el mambo?



- Sí, sin problemas. ahora te cuento.



Y me contó.




- Llegué a eso de la una de la tarde porque la entrada es hasta las dos. Hice una pequeña cola de espera. Había gente de todo tipo. Me sorprendió ver una familia bien, de clase media común, nada que ver con la delincuencia, viste. el tipo llevaba un llavero de honda en el bolsillo del pantalón. Me sentí un poco raro ahí esperando para entrar. Jamás he ido a la penitenciaría y tenía un poco de nervios..



- Claro -asentí yo.



- Cuando entré un cana abrió una puerta de metal que tenía un candado. Entramos yo y unas cinco personas más. Pasamos a una pequeña sala donde había otro oficial en un escritorio para confirmar la lista. De ahí pasamos a una sala más grande donde te recibían el documento de identidad y te revisaban. Eran como probadores de ropa. A las mujeres las revisaba una mujer policía que llevaba guantes de látex. yo dije uy no. Pero a mí apenas me cacharon como en cualquier recital de rock y me dejaron entrar. Bah, pasé a un lugar donde había otra puerta, pero esta era de rejas..



- Bien cárcel cárcel -dije.



- Sí. Pero cuando la abrieron me pidieron los lentes y me revisaron de nuevo;  ¿y sabés qué, víctor? fue raro. Me pusieron tres sellos en el antebrazo y una pincelada de algo como engrudo. Luego me indicaron dónde tenía que ir para ver a orlando. Caminé por un largo pasillo de tierra a cielo abierto. No había ni un alma. Al menos ahí. Hasta que llegué a una especie de patio con banquetas de cemento, mesas, y hornos para cocinar. Como era el día de visitas, muchos presos estaban con sus mejores ropas, su bermuda, camisas, etc..



Busqué a orlando pero no lo encontraba así que me volví y le pregunté a uno que estaba cerca de la puerta si lo conocía. Me dijo que sí, que allá estaba sentada la madre. Fui hasta la madre y la saludé. En eso viene un tipo y me dice:



- ¿Vos sos el Pelataí?



- Sí.



- Mirá arriba, en la ventana del pabellón.



Miré, y vi la mano de orlando con el pulgar levantado haciéndome ok. Fue un alivio y una alegría para mí..




A los diez minutos bajó. Nos dimos un abrazo. Vos sabés Víctor que yo soy corto para eso, pero fue un abrazo largo y emotivo.



- Viniste -me dijo orlando.



- Te dije que venía y vine -le contesté.



Nos sentamos. Estaba también su novia actual. Ella y la madre preparaban unas empanadas mientras nosotros dos hablábamos. me leyó la causa. Me dijo que el abogado le había dicho que iba a estar adentro unos meses más hasta que se destrabara el asunto. Sentí pena por él. Sentí pena porque además sabía que no tenía la culpa y se estaba comiendo el garrón... De pronto le sonó el celular.



- tenés celular..?



- Shhh -me hizo callar- Hola, ¿quién es?... sí, bueno bueno ahí voy, esperáme ahí en la entrada loco dále chau. -y cortó.



- ¿Tenés un celular? -volví a preguntarle asombrado y divertido a la vez.



- Más vale. Acompañáme.



- ¿Dónde?



- Hasta la puerta del patio. Tengo que ver al panadero.



Fuimos. El panadero era un gordo con cara de indio todo transpirado. Había un milico en la puerta que me frenó, pero el orlando le dijo que no salía que estaba con él, así que pasamos a al otro lado. El panadero abrazó a orlando y luego me extendió una gorda mano marrón.



- Tomá -le dijo Orlando al panadero-. Después nos vemos.



- Dále, gracias Chino. Chau.



Yo miraba al oficial que se encontraba a 24 centímetros de nosotros y no lo podía creer.



Le había dado 2 bolsas pequeñas con cocaína.



volvimos y comimos las empanadas. Y ya me meaba encima, así que le pregunté adónde podía ir. Me dijo que esperara.



Yo seguía con la imagen de la situación con el panadero en mi mente.



- ¿Sabés qué, chino? mi pesadilla número uno siempre fue que me perseguía el increíble hulk en un hospital abandonado..



- Jajaja -rió.



- .. y la segunda es estar preso. Y vos le pasas mandanga a un chabón acá adentro de la cárcel en la cara de un vigilante!



- Jajaja -volvió a reír. Y luego aclaró su garganta y me dijo, muy en serio:



- Acá cada pabellón tiene su política y en este el sol sale para todos.



Me quedé mudo.



En una mesa divisé una mina bastante linda. Miraba el piso y tenía los brazos cruzados. Parecía enfadada. Era rubia teñida y con aspecto de guarra pero linda. le pregunté al chino qué onda con las minas y me hizo un ademán con la mano como si no le importara demasiado.



- Igual -aclaró-; acá a los presos no se los mira a los ojos.




Cuando terminamos de almorzar me hizo una seña y fuimos al baño. bah, era una pared común donde entraban todos. Mientras orinábamos me dice:



- Dame la mano.



- ¿Para qué?



- Vos dáme la mano,  dále -insistió.



Le extendí el brazo y mi sorpresa fue aún más grande cuando veía como colocaba un tiro de coca en mi muñeca. Aspiré rápido. Temeroso la adrenalina me subió hasta las nubes. Estaba tomando cocaína en el baño de la cárcel provincial. Volvimos a las mesas como si nada, pero yo estaba colocadísimo.



- Bueno, me voy al privado con la gringa -dijo Orlando refiriéndose a su novia por supuesto.



- Ok. Pero acompañame antes así me voy -le pedí. Que no tenía problema me dijo.




En el portón de la salida del pabellón nos dimos otro gran abrazo. largo y apretado, ante la mirada de dos oficiales en una cabina de vigilancia. Nos soltamos. Me miró a los ojos.



- Sos un 100 -me dijo-. Y me colocó otro saque, en la palma de la mano. Las piernas me temblaron y parecieron no sostenerme por un momento. Di media vuelta callado y enfilé al escritorio donde tenían mis cosas. Escanearon mi brazo con engrudo para comprobar que no era un preso y salí. me subí a la moto y me vine a casa. Y todavía sin caer del todo.



Pelataí sirvió más cerveza. Y se quitó la remera.



- Es que soy un personaje -murmuró sonriendo.



22



Nunca tuve miedo de la calle. Me crié en un barrio de clase media trabajadora donde siempre la pasábamos en la calle.



Ahora bien. es distinto vivir en la capital de la ciudad, en pleno centro y tener más de 40 por supuesto.



Caminando de noche, a veces por el maldito insomnio, otras por andar fugitivo de mi mismo; aprendí cómo sobreviven las curiosas criaturas de la calle en la noche ciega y solitaria. Los cuidacoches, los taxistas, los dealers, los usureros y los ludópatas cerca del casino a tres cuadras de mi edificio, las prostitutas, etc.




Hay diferencias muy sutiles, pero todos estos "invisibles", diría galeano, sobreviven a costa de su propio cosmos; sus matemáticas son simples: dar y tomar. Y toman. Beben litros de cocacola, cerveza, petacas de licores, cocaína barata. Fuman marihuana y tabaco impulsivamente. Todo esto para atravesar la noche y sus existencias cobrarían sentido común.



En una esquina me puse a charlar con jorgito, un cuidacoches común y corriente, mientras lavaba una camioneta lujosa.



- Vosabé Bíctor -me decía- acá la cosa es la moneda, loco. Hay que hacer una moneda para la birra y otra para la alita y otra para llevar a la casa..



- Si puedo preguntar¿Cuánta guita te llevás?-le pregunté.



- Y más o menos unos 500 pesos en una buena madrugada. Algunos no te dan nada igual -admitió Jorgito- pero otros te tiran 50 mangos ponéle...




Mariana, una puta tuerta, que es famosa entre todos por su habilidad para robar, me la encontré fumando y me le acerqué.



- ¿Cómo andás?



- Bien y vos Víctor, qué haces a esta hora por acá?



- Nada -confesé-. Solo estoy solo y no busco nada más que esto..



Mariana se rió.



- ¿Cómo? jajajaja..



- Sí. no te rías. Estoy yendo de acá para allá porque estoy aburrido, nada más.



- Tenés faso?



- No.



- ¿Querés?



- Bueno dale.



- Gordooo! -gritó Mariana- traéme un fa...



El gordo se acercó lentamente como un caracol. Se notaba que le costaba caminar. Tenía una galaxia de granos en la cara. Debería andar por los 30 años más o menos. Mariana encendió el porro y me lo pasó.



Para qué. Dos pitadas me dejaron hablando sin parar y reflexionando sobre la humanidad, examinando la geometría de los rostros que pasaban o que se acercaban a Mariana...



En un momento ella se paró y se fue con alguien, no me di cuenta mucho. La cosa es que me encontré solo en la calle mirando asombrado como las adolescentes deambulaban para entrar al boliche "la reversa", a pocos metros de donde me encontraba.



Algunas de esas jóvenes mujeres estaban buenísimas, pensaba.



Asíque, dejé los invisibles atrás por el momento y volví a mi departamento. Un verdadero agujero se abrió entre mis piernas y las baldosas. Necesitaba desesperadamente un trago pero me lo negó mi situación financiera. Eran casi las once de la noche; los taxis estaban enfilados apuntando hacia la avenida san martín.



Y así, sin ninguna razón en particular, me acerqué a un taxi y le pregunté al chofer cuánto me costaba ir hasta Godoy Cruz.



- Y.. más o menos 50 mangos -me dijo con cierto fastidio en su voz.



Le agradecí y me disculpé y me hice pájaro.



Pero sólo por esa noche vagabunda.





*** 





1


Donde ahogan sus sueños


los mezquinos burgueses


que al cantar los gallos huyen gordos burócratas del amanecer


discuten seriamente con la dama del oriente


alertas a cualquier movimiento


cautivos


entre sus pechos ardientes


y el día ya en llamas


que libera las


agujas


del tiempo que vuela  a su gusto


impulsos humanos como zumbido de moscas


y extrañas borracheras


del alfa a la omega


mundos


llenos


de arrugas


¡oh rayo silencioso del gran Zeus!


atraviesa mis entrañas


y déjame moribundo ante los


piadosos ojos


de mis embrujadas amantes.



2


Nunca alcances la felicidad... Experimentá al máximo su sabor cuando se te presenta en esos breves momentos. No es sopa. Es bastante jodido identificar bien el momento feliz y que te coincida con tu puto estado emocional. Porque si uno alcanza la felicidad y vive feliz, es un pelotudo… Se le acabó el misterio, se quedó como un boludo al lado de la heladera sonriendo en serio… La existencia sin obstáculos y hecha a la medida es, no solo abyecta e improbable, sino que genera pestilencia. El dolor salva. La duda es la gimnasia. El error y el placer son gemelos separados al nacer. La suerte es una buena idea pero… La tentación es el termómetro, lo único que puede revelar con exactitud tu estado y de qué estás realmente hecho. Las emociones son pura propaganda y vienen siempre de dudoso origen. las cualidades y falencias son como una naranja cortada al medio… Un problema no solo te pone a prueba y te desasosiega, sino que es el profesor de artes marciales. Las mentiras son la obra social y la empresa de seguros que nos permite distinguirnos de lo que comemos. El mundo debe ser una pija y cruel y extraño porque sino… Sería inhabitable y deprimente. Viví el reloj. Segundo, minuto, hora.. . No pretendas vivir el calendario. Sufrí, pero sufrí de cama y posición fetal. Hacé lo que quieras. Es difícil. Yo recién estoy adquiriendo la determinación de vivir sin mapa y sin red de contención, pero vivir con lo que hay al alcance y de la forma en que uno ha sido construido, y no fingir ser ajeno a lo único que nos empuja y nos mueve y nos fastidia: siempre te querés morir. morir es cumplir la vida y es lo único que hay después de todo esto… Torturá tu ego, tu cuerpo, corré riesgos, sé igual de idiota como maldito, pero sé siempre incompleto y caprichoso, la vida es el estado para permitir la elección libre y también los costos de lo que valen. Pero nunca logres nada que te totalice. Siempre crear y unir y dar y recibir y tooodo lo básico. Pero perseguí, intentá, construí refugios, destruí el orgullo falso que precede la caída, hundite, perdéte, y conocé (si te animás) lo peor de vos, cae lo más bajo que toleres, sentí el raro y silencioso miedo, buscá peregrinamente una más difícil y una más cómoda. Ignora toda autoridad y compromiso. lo que no cabe pero se leal a vos mismo y compasivo. Amá la luna. Jugá y viví y hacélo como mejor te parezca. Viví a morir, man.


3


En esta vida llena de grietas & goteras & pérdidas & cámaras de seguridad donde casi todo pertenece al que tiene la información y carece de sentido común y nadie vive en paz porque el abismo emocional te traga te traga te traga y las múltiples lecturas de las viejas heridas son moscas y las bebidas sin alcohol también hacen daño y las mujeres son maltratadas y asesinadas por ogros medievales y existen observadores & árbitros por todos lados que miran y juzgan a diestra y siniestra y los que ofrecen ayuda también ofrecen gárgaras de dudas y la atmósfera es ya un lienzo gastado que contiene pero no sostiene y las canciones son siempre las mismas y la higiene mental es cada vez más difícil de mantener y el hambre sigue siendo el rey de las miserias y las redundantes normas idiotizan la existencia y la suciedad crece al cuello y más arriba también porque el gran poder de la voluntad propia cada día de éstos lo hace peor y la arrogancia viste al acomodado y al vicioso… Yo te doy esto querido amigo sólo tres cuartos más o menos de mí mismo con la visión que se pulveriza delante mío.



4


Podríamos darle


a esta cita


una nueva oportunidad


desacostumbrado


han pasado años desde que era solo un prepotente mástil


lo que hacen mis papeles


el unir los delicados fragmentos


de lo que con suerte


deja una cicatriz



la diversión hitleriana


que roba tiempo postizo


bajo una voluntad falsa


pero también viva


el amor y la locura siempre se alojan


en el mismo hotel


el corazón es un músculo cristo


me pregunto cuando voy a empezar de nuevo


a desvestirte


porque en mi mente no acostumbro a decir


que de verdad todo funciona


religiosamente



he cenado con los lords más intimidantes por ahí


y todos odian lo que duele para toda la vida


cuando la verdad


solo duele una vez.



5


Muchos de nosotros tratábamos de conseguir una chica cuando teníamos trece o catorce años. Yo también. por la única y sencilla razón de que las erecciones eran cada vez más frecuentes. Esto tiene que llevar a algo más, pensaba uno. Muchos de nosotros conseguimos chicas mucho después de esa edad y muchos antes de esa edad.


De cualquier modo en todos los casos fue lo mismo.



6


Creo que conozco


la geografía de algunos recuerdos


en ciertas esquinas del pasado mordido


dormido


¿qué mano atroz jubiló al tiempo así?


¿qué brújula escondida señaló esta isla


este hombre


huésped desubicado


que corre hacia adelante con las mismas mañas


como un gallo endemoniado


con la promesa de alcanzar un poco de sus


torpes pasos


mientras la tarde anuncia reducción de gastos


para la orquesta de necesidades?


Yo pienso en seguir jodiendo con el estómago


alargando los suspiros


hasta que arribe la caliente noche


sin culpa, porque soy así


un monótono himno silencioso


un cuerpo tirado en su ocio


azulado por todos lados


una broma entre conocidos juegos


mi sombra es robada


y no la voy a devolver.



7


Un mundo


adolescente


que nos cría desde nuestro nacimiento.


Un mundo lleno de locuras y asesinatos


preocupaciones demoníacas y carne sobre huesos.


Cuando era un niño de 9 años


no pensaba en este mundo como un lugar


sino más bien como un camino


huérfano desde los 7 aprendí que el dolor construye


nuestras galerías.


Jugaba igual con mis amigos y era bastante feliz a mi modo.


Solíamos inventar juegos.


Representábamos personajes de una guerra, subíamos a los árboles y también a la pared que dividía nuestro pequeño barrio de una empresa que fabricaba cemento.


Creo que todos éramos felices a pesar de que sufrimos cada uno sus propios dolores humanos.


Pero en la niñez eso no interesa, porque había que hacer canchas en baldíos para poder jugar al fútbol.


Apasionados, éramos un grupo y andábamos juntos y teníamos autos de juguete y muñecos articulados y nos juntábamos en alguna casa a ver una película en videocasetera y nos divertíamos horas con los juegos de las primeras computadoras hogareñas de los años 80.


A veces se nos pasaba la mano con ciertas travesuras y tenían que intervenir los adultos porque por ejemplo, entrábamos a una casa deshabitada y rompíamos todo, éramos dañinos.


O robábamos frutas de los árboles en patios ajenos y a veces éramos también crueles; pero todos lo son en esa edad.


Una vez prendimos fuego un huerto de un viejo que vivía cerca y llamaron a la policía. O nos robábamos golosinas de un kiosco. También sacábamos el vino de nuestros padres y lo tomábamos sentados a la sombra de un olivo y mirábamos a las chicas del barrio, les mirábamos las piernas y nos fijábamos a cuál le estaban saliendo las tetas.


Niños.


Después, ya a los 14 o 15, nos ocurrían otras cosas y ya no era lo mismo. Estudiábamos y era difícil la escuela secundaria.


Ya no íbamos al cine a ver la doble función de los domingos, sino que nos atraía más la idea de estar con una prostituta y probar el sexo; solíamos ir a un viejo bar donde se podía espiar por una ventana lo que hacían las putas que trabajaban clandestinamente ahí. Dejamos las bicicletas abandonadas en nuestros patios; fumábamos a escondidas y sentíamos ese mareo de los primeros cigarrillos


Conseguíamos algo de dinero vaya a saber uno de dónde, y comprábamos revistas Playboy.


Yo acabé perdiendo la virginidad a los 14 con la empleada chilena que trabajaba en mi casa y fue una experiencia agridulce.


Todo en este mundo es de vidas dementes y fascinantes.



8


Caminé de sol a sol y tuve que contarle a dios todos mis pecados


y todo lo que hice


para llegar hasta aquí


vendí todo lo que tenía y me hundí en una soledad amarillenta


tremenda


necesitaba la guita


conocí una chica en una estación de servicio


y nos hicimos buenos amigos


por el pasado y todos los horribles sufrimientos de este mundo


nos emborrachamos bastante y me llevó a su casa


tenía el color de la histeria


me miraba en tonos de picasso y yo sentía mis extraños atributos


por lo desconocido


y mis pies se hundieron en el barro de la dicha una vez más.


Ella extendió sus redes y yo quedé atrapado sin remedio


me contó su vida y quedé impresionado


mientras el alba hermana pálida de las tinieblas nos cubría. Fuimos hasta un cajero a sacar un poco de dinero para comprar más bebidas.


Yo le dije:


nos tendríamos que escapar y nunca más volver


o una estupidez semejante.


Ella manejaba el trayecto de vuelta a su casa y yo fumaba


pensando que hay un bosque de sueños en el sur y dicen


que se ve el espejo de los cielos


vamos a equivocarnos otra vez le dije


¡Qué maravilla!


Este es el costado crudo de las medianeras bajas,


pero los secretos son secretos y no pueden delatarnos; nos tendríamos que haber escapado.


El mundo castiga al idiota adormecido, sorprende al miedoso, al amante y al virtuoso; derramándose en infiernos de genitales femeninos y las máscaras hermosas de toda nueva compañía.


Trabajé al otro día hasta la noche.


Voy amarrado y te sorprendería cuánto, mientras las tijeras de la noche lo cortaban todo, yo esperaba una lluvia de febrero.



9


Mientras el horizonte brilla en tu cuello


tus manos sonidos suaves son


entonces ¿por qué mi corazón late siempre distraído


y embriagado


por tus rítmicas palabrotas


y por las mías humillado?



El reino de éstos hombres hace vacío el punto de vista, la llanura cae lenta hacia los gigantes egoístas y los anunciadores del regreso de la luz una vez más.


Ya he soñado con el verde milagro de la fotosíntesis.


Mi amor es una roca, mi tristeza humilde y sagrada, mi pena una anciana planta, mi imaginación sorprende a mis instintos todo el tiempo rebotando en el misterio, en el miedo aceptado de mi muerte y la nada.


Un día


ése día


seré indiferente


no habrán lágrimas


sino felicidad


para todos


porque ése día estaré


más vivo que nunca.



10


El amor está hecho sabés


de solo escuchar tu nombre hoy sanaría


sería más agradable amar así


las palabras inútiles siempre permanecerán


indefensas


acomodándose unas con otras


en mi corazón tan vulgar e imperfecto


pero como una riqueza incalculable tal vez


el silencio es siempre conductor


sin imprenta ni virtud


sin intelecto ni maniobras raras


yo solo intento ocultar mi agonía


mi decepción


la inquietud que me gobierna entre dioses y pueblos paganos


ruinas y plegarias apuradas


mi vida es la más pálida que conozco


me cubriré de plomo cuando me abandonen


no quisiera envejecer así


cuando el mundo callado se retire


del universo como un viejo mantel después del almuerzo


será tentador si se instalan colores en mi rostro


mi carne


desaparece


bajo la tierra


y la armonía muere súbitamente


se convierte en bondadoso abono para flores y amantes desquiciados


la música se hace indolente pero se oye toda aún


y yo como un huésped asombroso te he amado


desde mi único sepulcro


como un testigo brillante del alrededor corriente


la verdad la sabés


el amor está hecho


con la estima por objeto no me juzgues


cuando vuelvan al final


las gordas nubes.



11



Era normal que me sintiera atravesado y sin dinero y con una mujer enojada conmigo. aunque los dos nos comportamos como unos boludos me sentía atravesado. una lanza en el estómago. sentía el frío de la hoja comer mi carne y mis órganos. pero tampoco quiero hablar -o escribir- sobre las fallas de mi sistema emocional siempre. no señor. quiero escribir porque es lo que siento necesidad de hacer en este momento de angustia.


ya va a pasar. ya va a pasar la maldita angustia deprimente que me hace volcar mis actitudes más estúpidas y cansadoras sobre un círculo que se está cerrando. sé que me encuentro desesperado porque a veces me cuesta encontrar una buena para mí. pero ya he cansado a medio mundo. y medio mundo me ha agotado a mí. me corre un frío escalofrío por la nuca cuando pienso las cosas que he hecho para subsistir como mejor me sale en éste puto momento. puto puto puto momento de mi vida. los problemas existenciales me agobian y me retrasan y me producen abulia irremediable. no he tenido la intención de abusar de nada ni nadie pero a veces no me ha quedado otra para seguir. soy egoísta y lo sé -quién no?-pero estas palabras con tono de diario personal me traen una luz para darme cuenta de que todavía existo como persona con mis amigos y familiares en proceso de recuperación ó pérdida. me ha faltado la comida que me deja como una víctima fácil de ser descalificada y desaprobada por varios. no importa. no calienta. lo único que pretendo en éste momento es ponerme en voluntad para salir de ese círculo. tengo esperanza y pensamientos positivos aunque haya experimentado recientes conflictos con personas sin intención de hacer mal. aunque reconozco mis malditos errores que me llevan a abrir la jeta en los momentos más inoportunos. pero dios sabe que no he querido hacer mal a nadie. lo que sucede es que a veces en las relaciones entre personas siempre uno sale mal parado o desconcertado o enojado o desilusionado o frustrado etc. a mí también me ha tocado estar de ese lado pero trato siempre de evitar el juicio y la confrontación innecesaria. no soy bueno para eso. para nada. no sirvo para combatir con la sicosis de los demás porque ya peleo con la mía propia y con eso ya tengo suficiente. lamento haber desparramado agrias palabras o actitudes desubicadas. lo siento de verdad. pero tampoco siento que deba pedirle perdón a nadie porque cuando yo he sido maltratado gratuitamente por otros me he tenido que hacer un bollo de lana en la garganta y dejar que los demás den cuenta de los hechos. no soy el único que sufre. vos tampoco. quién carajo creés que somos?


somos simples humanos en una era confusa y difícil que nos trae problemas a veces complicados de resolver. un amigo dice que la vida es más simple que lo que parece. estoy de acuerdo pero.. querido.. cuando la pileta está vacía no conviene usar el trampolín. en mi vida he sido débil y muy fuerte a la vez. he superado ciertos obstáculos que tal vez sean de un calibre más grueso que los de la vida común. ahora era normal que me sintiera atravesado por el pánico y la melancolía de lo no consumado o lo consumado a medias. en lo personal siempre era un desastre y lo soy. salvaje poco práctico con tendencia natural a los vicios y las adicciones y la autodestrucción.


me consuela pensar que dios me hizo así. y hablando de dios digo que me sorprende la paciencia que me tiene y nunca me deja solo.


por eso mi esperanza.


son pruebas que estaré rindiendo ante lo que me ha creado como soy. no lo sé. pero confío en un cambio. lento. aletargado. irritante para el que lo contempla desde afuera de mí. un cambio. porque al fin y al cabo existen tiempos para todo. y no todo lleva el mismo tiempo realizar. un cambio -voy a tener que bajar un cambio también-un cambio que saque de ésta tela de petróleo en la que me siento atrapado. rara vez son rápidos. tengo mis tiempos como dije antes. tengo mis tiempos. a pesar de cargar con una cruz de dolor infinito sigo adelante come mejor lo estoy haciendo. me cuesta este momento de albatros.


siempre necesité mis protectores y padrinos y ahora todos se me han ido para siempre de la mano de la vieja y hermosa muerte. la soledad a veces me tira. pero de alguna forma u otra sigo andando. motor fundido ruedas pinchadas sin volante y sin nafta. tal vez esté corriendo con algún empujón nomás. qué bueno. sigamos andando. me sentía un tractor en el agua pero ahora soy otro vehículo aparentemente. viva esta vida sólo por eso entonces. viva un amor sólo por un par de noches. vivan las cicatrices escondidas.


ahora si consigo un trabajo más o menos aceptable arranco mejor. empiezo los 40 con una vuelta al parque. y una hija que me quiera por lo que soy adentro y no por la fea cáscara. una hija que me diga papá. nada más que eso. me he visto obligado a cometer acciones de las cuales me arrepiento ahora a causa de no empeorar las existencias.


y a quién no le ha pasado?


a veces creemos que el otro no es espejo. errores de niños bah…


Tenía la lanza en la panza. ahora tengo un pedazo de melodía en mi cabeza. canciones. He cantado 20 años ya. me fue bien me fue mal. 20 años. Viva la música que sutura. he escrito durante más de 30. Irresponsable y evitando compromisos igual que conmigo mismo y los demás. He buscado la fácil mil veces. alguna vez me salgo con la mía. otras pierdo en la primera mano. He pensado en la carta negra que está siempre bajo una promesa hecha con un amigo. a veces dudo pero no. no puedo jugarla porque no querría terminar mi historia así ya que soy el único sobreviviente de una familia impregnada de tragedias.


No puedo quitarme la vida por más que -como dije- a veces dudo… A veces dudo fuerte como el odio del sábado al mediodía, pero ésto me salva de caer más. escribir esto me redime un poco lo suficiente como para acostarme en paz.


Escribir siempre te salva las vidas, man…Entonces me quito el hierro frío y afilado. Dejo que sangre un poco porque es inevitable, pero lo quito de donde lo tenía atravesado. la herida es vieja igual. dejemos que sane. no será la primera ni la última vez además está claro…


Espada conviértete en escoba y llévame a conocer la ciudad desde lo más alto que los cables, y mis cables pelados.


Bendiciones para los que leen libros más de 10 veces. Alicia. El principito. el señor de las moscas. El túnel. El corazón delator.


Benditos sean los que tropiezan 8 veces con la misma piedra.


Era normal que me sintiera atravesado.



***



1


Todo mi potencial


atomizado


está apuntando hacia arriba


donde mi musa


nuclear


arrima sus delgados


dedos


y mi humanidad entera parece sosegada justo antes de la erupción.


Y entonces todos los vagabundos son mis hermanos y los perros son mis hijos y la belleza es mi madrastra y la muerte es como mi dulce amante que le da vida a mi carne en el firmamento de los vicios.


Estímulos que apurando ya mi copa multiplican mis sordos deseos con sus puntos y sus comas.



2


Maldita página en blanco,


no me podés dejar en paz nunca parece ¿no?


Me tenés que joder la vida y tengo que moverme de mi estado de foca para atenderte.


¿Es que acaso no sabés lo que me cuesta escribir?


Antes, cuando eras cuaderno


podía hacer un dibujo o cualquier garabato


y así engañarte.


Pero ahora con tu maldito formato


de pantalla digital


me tengo que retorcer entero para satisfacerte como a una diosa de cristal líquido.


Y encima tengo que inclinarme sin mirarte sobre una superficie minada de teclas que debo pulsar una y otra vez; y encima con las dos manos, o dos dedos mejor dicho.


¿Acaso no sabés lo que me cuesta tipear?


Maldita página en blanco.


Para colmo debo intentar escribir algo que esté a la altura del color de la fuente de texto al menos; y así con todas tus siempre dispuestas herramientas a mano, ahí encima de la entrada.


Que un corrector ortográfico que un subrayado que la negrita la cursiva el tamaño las opciones para insertar fotografías o links externos el orden de los párrafos y viñetas que tienen diversos colores y formas de letras y hasta un traductor.


¡Un puto traductor! 


¿Acaso no sabés que la acción escrita viene de una idea en este caso?


Maldita página en blanco.


Quiero estar en youtube y no vistiéndome con palabras.


Hasta facebook preferiría.


Quiero estar sobre el colchón azul de mis estúpidos pensamientos; o caminando sobre el agua quieta de un charco.


¿Acaso no sabés que si quiero lidiar con la escritura y las palabras prefiero cien mil veces leer?


Y tengo todos los libros que se pueda para excusarse a uno mismo.


Maldita tirana y desconsiderada página en blanco.


Porque luego me veo obligado a tener que publicar en el blog, para que luego no me atormentes con campanadas a cada rato.


Vanidad. Me duelen los dientes de tanto morder la frustración


me duele la espalda por la pésima postura, y los ojos y las bolas.


Maldita página en blanco.


Además ni bien terminó ¿cómo pude así dejarte y seguir mi vida normal?


Y cuando al fin te leo, lo que me queda es como el sabor de un canapé de vidrio molido.



3


Una vieja dell portátil


teclado ajeno a ella


cigarrillos


agua


coca cola


procesador de texto


sistema operativo aceptable


tiempo


ganas


pasión


dedicación


ansiedad


trabajo


dudas


dedos


ojos


inspiración inconstante


labios apretados


palabras usadas



Y nada de esto me permite escribir lo que realmente quiero escribir.


Es como estar enamorado de un caballo.



***




1



No lo entiendo


tanto esfuerzo


de perejil


y las piernas no me acercan a ningún lugar que desee


una vez más seguiré tus pasos


sobre arcilla fresca


y jugaremos tenis al llegar allá


qué te parece...



en todo caos hay orden


dicen algunos sabios


mientras yo camino por mis paredes


en jueves


mi trabajo es arrestar a los villanos


que salen al camino


se oyen sus voces desde donde estoy


me aburro


tengo que hablar con mi ombligo a veces


es insano


y silencioso



y es un milagro también


que algo calle en mí.




2



Tenía la duda


sobre una conspiración


pero los hierros se rompen


en determinados gestos y a su manera


hoy parecen interesarme


estas cuestiones que involucran


decisiones


ejecutivas


lejanas



la forma impulsa


la comunión que hay entre


lo mejor y lo peor de mí


es un análisis simple


recto


una radiografía de castigo tal vez


cambiaría algo a largo plazo



pero el resultado es estresante


cuesta identificar lo que pasa


ni hablar de lo que pasó


otros tiempos de boicot


y psicoanálisis


del deseo común de triunfar


ante el destino



uso más un control


de características ingeniosas


para un empate de visitante aunque sea.



3



Ok 


estaban los que daban de todo a todo el mundo


y estaban los que esperaban el amanecer ansiosos


para salir un rato


los pescadores por ejemplo


los cajeros de banco


pero no el idiota que trabaja con su obra


intentando agradarse a sí mismo algo mejor




4



se esconden


antes de medianoche


en los días de semana


desaparecen


es su historia


se niegan


mienten


aunque uno los necesite


tenga la papa


simplemente no están


apagan sus teléfonos


o salen con pretextos inverosímiles


es imposible dar con uno de ellos


son los dueños


del juego.




5



he seguido tragando veneno y mala sangre


como rimbaud diría


pero estoy aún contemplando


las posibilidades abiertas de mi mundo


haré algo que no he hecho nunca entonces


sólo necesito un tiempo breve de recuperación


dejar el gorila en su debido lugar


y jugar


ayudar


trabajar en mis cosas como antes


sin pánico o miedo a fracasar


puedo comer gusanos


hilar una aguja pequeña


antes de dormir sobre una palmera



han pasado ya los años del hombre enfermizo?


se han dado opciones de vaga providencia


en mi caso


he sido más pobre


cuando vivía en el sexto b de avenida san martín


ahora lo que me falta es un burro nuevo


y seguir el solitario camino.




6



esperando que se retire la tarde


y vengan los aullidos que anuncien la noche


esperando a aquellos que con algo me harían feliz


me someto a todo tipo de pruebas engañosas


debido a la urgencia


por malos cálculos


y las siempre dudosas decisiones


cargo el cansancio del juego nocturno


y la mañana de tiempo indefinido


saldré con alguna o eso espero


espero


espero


espero


perro


debo mitigar la odiosa incertidumbre mintiendo que puedo


juro que es de vida o muerte


los llamados fueron hechos y ya está


tal vez suceda o tal vez no según la suerte


de quien me quiera un rato


me entregue un fruto nuevo


me alivie de las groseras vergüenzas


a las que acostumbro acunar con mi voz


niños del espacio


yacen en mi cama


duermen seguros porque les canté viejas melodías


moscas inaplaudibles que no se van


me mantienen alerta por ahora.




7



una mirada al espejo


me revela


a otro


que me observa


con detenimiento


y calcula


mis movimientos


ese sujeto está desquiciado


no tiene alma


y cree que yo soy él


pero


si cierro los ojos


él los deja abiertos.



8



la noche furiosa


llena de criaturas sangrantes


nos sostiene al borde de la histeria


con el mensaje estrujado


en sus manos


delante de mí una alta figura


corrige mi sombra


me completa como un enorme demonio echado a menos



pero así a veces se esconden algunos viejos ángeles


entre los secretos pechos de una muchacha



los sentidos queman en la cabeza


y nena hoy los necesito


para arrojarme a un desafío vertiginoso


abrazar como un reflejo de mis deseos niños


de infinitas orgías


ajenos ojos


y mientras la velada ya cerró cortinas


en mi mente permanece un perfume extraño


como souvenir de lo no hallado



hoy los billares del cielo buscan a los viejos jugadores del infierno


y las putas celosas de la música alborotan


sus rojas cabelleras


las letras que diluyen los abismos


en el centro de los centros


entra un ave majestuosa quemando viento enérgico


entre las calles y los puentes


yo soy puente


los chicos gritan sobre mí


triste puente condenado a sufrir en la interperie


contemplando corazones desnudos de los viajeros


madres anacrónicas


ellas saben todas las promesas de la guerra.





***




1



Estaba con mis amigos en la casa/sala de ensayo del aníbal


solamente bebiendo algunas cervezas & comiendo un asado



de pronto: lo inexplicable


el horror



por la ventana vimos todos


aquella criatura


era de ojos de serpiente y lucía muy malhumorada


era verde


viscosa


se arrastraba


y se introdujo por la puerta de al lado de la ventana


nadie pudo creerlo pero lo vimos


estaba


gritamos


unos corrieron


otros se dejaron llevar por la histeria y reían


otros tomaban algo


pero todos la vimos



y nada



se fue al rato con un sisido & desapareció


yo agarré mi vaso & continué bebiendo tranquilamente



me tire en el asiento y dormí hasta la salida del sol.











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