20101201

la escalera de los dioses2

cómo este puto espejo devuelve como una navaja eh? 
estoy cerca de una catástrofe o algo que me congela, congela y adormece mi carne. me miro en él, hermanos queridos, y no me gusta nada lo que veo. no puedo leer ni escribir y soy un ciudadano ambulante y penoso casi analfabeto y lleno de angustia y desesperación contenida. no puedo hacer nada. soy un agente municipal número 10703. es inútil pelearlo. hay que dejarlo fluir. un bajón así hay que dejarlo y disfrutarlo mientras se puede; y hay que hacerlo en soledad. hay ciertas cosas que hay que hacer en soledad. yo ando mucho en soledad últimamente; meneando la cabeza como un viejo compositor del siglo XVIII. ando por ahí con la esperanza sorda de confundir la escalera de los dioses y caer en el océano de lava. y la rabia. ésta rabia que siento es la rabia de perro, mis amigos… cómo? cómo que la única puta mujer que me interesaba me abandonó, me dejó ahí detrás de la reja y me quitó su mirada, y no lo comprendo? los solitarios como yo no nos tenemos que meter con estas putas exquisitas así. uno se enamora & se pierde. tal vez debería haberlo sabido antes, y el color del pelo sí es importante en este caso, hermanos míos, por el impacto que me produjo el día en que la vi por primera vez; después pienso que… en ella todo era distinto y difícil y hechizante y hermoso. lo que tiene entre las piernas es carnívoro y mortal y es una boca asesina. y ella bien que lo sabe. sólo hizo falta esta sola mujer para derrumbarme de esta manera? alguien puede decir siempre que es un poco exagerado y que inesperadamente la tendencia natural de este acto ―el de la pena por uno mismo― es achicar la pantalla para ver en detalle ciertos fragmentos. pero todo eso es palabrería, hermanos míos. escuchen lo que dice un hombre de la calle, un hombre cualquiera, un general del ejército, un genio en la computación, un mendigo, un limpiavidrios, un empresario exitoso, un rey de la televisión, en fin.. “incluso hasta el presidente debe desnudarse alguna vez”, no recuerdo quién dijo eso pero el significado es claro. todos los hombres sabemos de lo mismo cuando una mujer te toma el corazón de alfiletero y luego de llenarlo de pinchazos decide que es mejor estrujarlo, apretarlo fuerte contra la palma fría. cuando a una mujer le rompen el corazón enloquece y muere, pero los hombres quedan vivos para tener que padecer el sufrimiento hasta la última gota, y arden bajo el nombre de esa mujer, fundidos en el amor que ya no pueden rechazar de sus seres, arden en un fuego helado mientras buscan valientes a otra que les quite ese dolor. y julieta, de quien escucharán muchísimo aquí amigos míos, fue esa mujer para mí. así, salida con nombre y todo de la famosa leyenda urbana que inmortalizó el viejo william. una actriz para colmo. cómo puta se me ocurrió meterme con una actriz. no estoy jodiendo. ésta mina, ésta mina sinceramente.. maría santa. es mejor que meryl streep. y con esa apariencia de buena e inocente chica italiana, cultivando perfil moderno y conquistando desde su inocencia calculada, fraudulenta, una abeja obrera temida por las aristocráticas reinas y buscada por todos los indignos hijosdeputa persiguiendo su sombra como mamíferos idiotas. ah, yo sé que parece que me dejaron y estoy lleno de rencor y desilusión y bajón anímico y el vacío y el horror  el horror y blablablá.. pero no. no es la desdicha de haberla perdido ni los momentos miserables que me acarician ahora lo que me roe la mente. la voluntad de mis deseos fue más bien el haberme perdido yo en ella y haber sido engañado. que a cualquiera le puede pasar. pero julieta.. madre santa.. fue silencioso testigo de que había amor en mí, y mucho más de lo que estaba dispuesto a aceptar, y tuvimos ese amor compartido durante años y medio, y esto es lo más importante ahora. significa mucho para mí en este momento hermanos míos. es impresionante.

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