MI SOMBRA
MI SOMBRA A veces pienso que el pueblo no existe, que es apenas un reflejo obstinado en mi memoria. Anoche, al doblar por la calle de tierra, vi mi propia sombra adelantarse, como si supiera algo que yo aún ignoraba. El viento movió las hojas con una precisión casi litúrgica. Entonces comprendí: cada recuerdo engendra un mundo, y cada mundo inventado insiste en volver a mí, reclamando su lugar y su identidad. Seguí caminando detrás de mi sombra, sin discutir. Después de todo, quizá ella sea la única que recuerda quién fui.