20140621

la escalera de los dioses12

así nomás con mi amigo pelatai nos pusimos a jugar a la play después del partido argentina vs irán, que ganó argetnina gracias a messi en este exótico mundial de fútbol en brasil.
 y la primera la perdimos contra la máquina asíque empezamos la segunda y me dice
- víctor juguemos otra
- dále -le digo mientras me acercaba a la ventana del living del departamento para fumar.
graciela estaba en un cumpleaños y con el pela la estábamos pasando más que bien los dos solos con un par de cervezas y el pes.

de pronto mientras fumaba miro involuntariamente hacia la ventana del departamento del tercero enfrente mío. habían viejas coquetas muy clac clac clac jugando a las cartas. pero no estaban jugando por diversión. no. se veían bien los billetes grandes y las fichas gruesas sobre el verde del mantel redondo. jugaban a morir.
el pelatai me dice mirá, están jugando por buena guita deben de haber unos buenos mangos ahí man-

- sí -le contesté, y mi ojo parpadeó, nervioso.

hablamos un rato. nos mirábamos y fumábamos, sí, con el nervio de la aventura pero también con la calma del mar.
decidimos ir. ir a ver qué onda con las viejas del centro mendocino y sus joyas haciendo cling cling cling y sus risitas jujuju jijiji ahí abajo.

primero fui yo para ofrecerles un pastel de papas del mediodía por si me dejaban entrar y así husmear un poco. después fue el pela y se hizo pasar por mi cuñado. los dos fingimos una discusión desubicada en la puerta del apartamento de las viejas. se puso acalorada la ficción mis queridos hermanos, asíque una vieja gritó cuando lo empujé al pela hacia la mesa y el me aplicó una patada en el pecho. así de jodido fue el asunto.
el pela cayó sobre la mesa y desparramó todo todo todo, alcanzando a manotear algo, agarró varios billetes de cien y se desplomó en el piso. yo trataba de calmarlas para que todo no terminara tan mal, pero una de las viejas era sorprendentemente fuerte y me sostenía un brazo.
- son patoteros! -gritaba
- no señora no señora no señor.. -decía yo medio en broma medio preocupado por mi a migo que aún estaba en el piso bajo la mesa..

- pela -grité- vamonós loco.. éstas adorables señoras no necesitan nada y además piensan que somos..

mientras yo decía esto, el pelatai se levantó, pasó por al lado mío y salió corriendo por el pasillo. 

yo me quedé sin reaccción..

cuando las viejas trataban de levantar todo del piso y yo les dije gracias por su cooperación y partí de ahí, una sirena sonó lejana, como si vienieran desde la cuarta sección..

cuando llegué al departamento habían seis billetes de cien y uno de cincuenta sobre la coffee table. 
el pela sonreía, yo sonreía..


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