es el final de la semana y de todos los desastres que pudo traer
todo ha concluido
expiado por una pasión
austera & ceremoniosa
la semana que comenzará
traerá seguro otros desastres y otras muecas de asombro
pero ahora
al soplo suave y fresco de la fe y la esperanza
nuestro corazón se sostiene apacible por unos instantes
y sentado en la ventana
el hombre oye la música y le parece percibir la apoteosis de su propia
historia
de su propia sangre
de su propio placer & catástrofe
y en esas condiciones se reconoce en su violencia
en su embriaguez
en sus batallas
en todo lo que le sirviese para
vengarse
de lo que le ha hecho lo que es
y siente que los músculos de su boca
se contraen bajo la acción de un leve
presentimiento
el presentimiento de algo aún
más terrible que la risa
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