creí oír una voz
suave
que me decía: tú no puedes soñar
porque has asesinado al descanso
ahora
yo
como cualquier simple mortal
estaré condenado al sacrificio
hipnótico
al trabajo
bajo
el pesado yugo del extranjero que me ha contratado y que no espera nada de mí salvo cumplir con mis horarios?
no señor
me niego a que me roben la verdadera sustancia
de la que están hechas
la imaginación & la soledad
la agricultura de mis pensamientos
ilusiones
mis pecados
todo aquello de lo que estoy enamorado
entonces
la combinación vibrante
de fragancias que trae el verano
serán para mi
como un sueldo
que me pagan los dueños de toda
fantasía
y con eso y sólo con eso
me acuesto tranquilo por las noches.
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